Nostalgia

Todavía recuerdo mi primer juego de mesa, era de la editorial MB y se llamaba «Llévame al nido», me lo regaló mi tía por Navidad, aún lo conservo.  Cuando acabé la primera partida pensé «anda pues no está mal», me divertía jugar con mis padres y mi hermana, pasábamos un buen rato juntos, y mientras jugamos todos compJuegosartíamos un mismo momento,  desde entonces pensé que sería genial tener muchos juegos, como si fuera una colección y poder escoger un juego diferente cada vez.   Cuando me hice un poco más mayor decidí pedir para Navidad juegos de mesa, incluso convencí a mi hermana y mis primos para que pidieran juegos también y así tener más. Algunos de los que tuve fueron el Bancarrota, Twenty Questions, Quién Es Quién, Ahorcado, Tabú, Cuéntame, Operación, Chincheando.  La adolescencia y las video consolas fueron arrinconando poco a poco a los juegos de mesa y otros intereses ocuparon mi tiempo. Con los años la maternidad, el trabajo y todas las obligaciones cotidianas transformaron las noches del sábado de cena y cine a manta y sofá, hasta que un día mi hermana y mi cuñado dijeron » Oye ¿qué os parece si quedamos para jugar a unos juegos que tenemos?», aceptamos y la verdad es que lo disfrutamos un montón, tanto es así que desde ese momento quedamos semanalmente para jugar con amigos y pasar un buen rato.  Nos hemos aficionado tanto que hasta mi hijo Pol de tan solo 4 años disfruta de estos momentos. Le encanta jugar, cada vez que viene alguien a casa saca sus juegos y no se cansa de jugar una partida tras otra.  Hemos descubierto un mundo totalmente nuevo para nosotros, hay tantos juegos! Me gustaría desde este blog poder mostrar los juegos a los que jugamos con Pol, y en un futuro con su hermano Pau, para dar una alternativa adicional a las consolas, muñecas, coches o juegos de construcción. Quiero compartir este gran redescubrimiento. Los juegos de mesa no solo son educativos y potencian habilidades como la memoria, la lógica y la estrategia, permiten vivir momentos únicos con familiares y amigos, momentos que seguro recordarán cuando sean adultos con nostalgia y ternura.  

«LOS JUEGOS DE MESA NO SON SOLO PARA LOS DÍAS DE LLUVIA»